jueves, 25 de julio de 2013

LUTO EN SANTIAGO

La tristeza ha invadido Santiago. En la tarde de ayer, día 24 de julio de 2013, se ha producido el accidente ferroviario más grave ocurrido en Galicia. 

Cuando conducía mi vehículo en dirección a Santiago (lugar en donde tengo mi puesto de trabajo), observé mucho movimiento de ambulancias y vehículos policiales. Sin darle más importancia llegué a mi lugar de trabajo. A continuación, recibí una llamada de Jaime - un amigo -, preguntándome que había ocurrido que había mucha retención. Yo le respondí, que no sabía nada pero que me iba a informar. Le llamé seguidamente comentándole de que ha descarrilado un tren y que por el momento se contabilizan 14 víctimas mortales (hablo de las 21'45 h).

Se da la casualidad de que tengo un hermano que es maquinista y hace esa ruta. Lo llamé por teléfono pero saltaba continuamente el contestador. La incertidumbre e inquietud empezaron ha hacerse un hueco cada vez más grande en mi ánimo. Contacté con  su hijo que no sabía nada, y quedó en intentar ponerse en comunicación con él. Al poco rato me llama y me dice que está bien pero muy nervioso. Lo intento de nuevo y esta vez me contesta. Me comenta de que había pasado cinco minutos antes por ese punto con otro tren y que no se podía explicar lo que había ocurrido. Lo tranquilicé dentro de lo que cabe, y me despedí.

Según van pasando las horas el número de víctimas va creciendo, 12, 23, 35...., así hasta los 75 que están dando en el último informativo, pero que por desgracia no será el número total.

Es triste pensar que todas estas personas venían con la idea de pasar un día lúdico, lo único que querían era divertirse y pasarlo bien con sus seres más allegados. Nadie les dijo, que en esa punto fatídico se troncarían todas sus ilusiones. Nadie les dijo, que ellos no eran culpables, pero no obstante lo pagarían con su vida. Nadie les dijo, que en un instante el fin del mundo se les echaría encima. Nadie les dijo, a sus seres queridos que estaban esperando en vano en la estación. Nadie les dijo...

Quisiera rendir un pequeño homenaje a todos ellos, pues forman parte de todos nosotros. Cada uno tiene sus propias creencias, pero sean cuales sean las mismas, hagamos un acto de profunda reflexión, y cada uno a nuestro estilo, tratemos de orar por sus almas. 

Son las 05'00 de la mañana y el flujo de víctimas sigue subiendo. Ahora mismo están elevando los vagones con una grúa y sólo Dios sabe cuántas víctimas más habrá debajo. Desde lo más profundo de mi corazón espero que solo haya escombros, restos de un mal recuerdo que quedará perpetuado en la historia negra de Santiago. Ese es mi deseo, no más sufrimiento. El precio a pagar ha sido demasiado alto.



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